Es lamentable ver cómo los edificios públicos, que representan instituciones importantes para la comunidad, son dañados por actos como el pintarrajeo. Los muros de la Gobernación, la Brigada Parlamentaria Cruceña y la Alcaldía de Santa Cruz fueron afectados, aparentemente por hinchas que, en lugar de expresar su apoyo de forma positiva, eligieron hacerlo de esta manera. Estos actos no solo afectan la estética de la ciudad, sino que también generan gastos innecesarios en reparaciones y limpiezas.
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