Artículo de Opinión: Por Juan Burgos Barrero – Periodista
Las elecciones generales en el Reino Unido están programadas para el 4 de julio. En un contexto europeo, estas elecciones han sido eclipsadas por las elecciones de Francia, debido a que el Reino Unido ya no es el mismo de antes ni es miembro de la Unión Europea. Sin embargo, el posible resultado podría cambiar este balance, dejando casi unos pocos países en Europa con líderes con alma socialdemócratas. Entre ellos, con alta probabilidad, se encontrarán el Reino Unido, España, Dinamarca, Portugal y Malta, mientras que el líder socialdemócrata en Alemania está en peligro, y una tendencia general en Europa a inclinarse hacia la derecha.
El partido Conservador británico (centro derecha) se enfrenta a unas elecciones después de 14 años en el poder, un periodo marcado por el estancamiento económico, el aumento de las desigualdades y el deterioro de los servicios públicos. Rachel Reeves, portavoz de Economía y número dos del partido Laborista (centro izquierda), al comentar sobre la inflación, señaló: «Después de 14 años de caos económico bajo gobiernos conservadores, la clase trabajadora ha visto cómo sus vidas han empeorado. Los precios de las tiendas siguen subiendo, al igual que las hipotecas, y los impuestos están en el nivel más alto de los últimos 70 años». Además, recordó que fueron los conservadores quienes sacaron a Inglaterra de la Unión Europea (Brexit).
La última encuesta de la empresa IPSOS otorga una mayoría absoluta de hasta 453 escaños al partido Laborista, frente a apenas 115 para los tories. El primer ministro británico, Rishi Sunak, no ha podido convencer a los ciudadanos del crecimiento económico, y su partido está a 20 puntos por detrás del partido Laborista, liderado por Keir Starmer. Según Isaac Bigio, de la Escuela Económica de Londres, en una reciente entrevista, Rishi Sunak podría ser el primer premier británico en perder su asiento en el parlamento.
Las elecciones fueron convocadas de forma inesperada por el primer ministro. Esta decisión podría poner a los laboristas en el poder con una mayoría absoluta en julio. Evidentemente, pensó que haber reducido la inflación del 11% a finales de 2022 hasta el 2% a mediados de 2024 le daría una ventaja. Bigio señala que para los conservadores podría ocurrir la peor derrota electoral desde la instauración del sufragio universal hace casi cien años, cuando las mujeres pudieron votar. Asimismo, prevé la caída de varios líderes del partido conservador. Mientras tanto, los laboristas apuntan a ganar debido al surgimiento de otros partidos como Reforma UK (ultra derecha), los Nacionalistas de Escocia y del País de Gales, los Demócratas Liberales (centrista) y los Verdes (ambientalista).
Hoy, ambos partidos principales, los laboristas y los conservadores, han caído 4 puntos. Sin embargo, los laboristas mantienen un 40%, 20 puntos por delante de los conservadores, que solo alcanzan un 20%. Reforma UK ha subido y está 2 puntos detrás de los conservadores, con un 18%, reflejando el riesgo de la subida de la tendencia populista, de ultra derecha y fascista que se observa en otras partes de Europa. Los Demócratas Liberales siguen por detrás con un 11% y los Verdes con un 6%
La inercia de la campaña electoral ha dejado más claro que nunca que los británicos tendrán en mente la economía, la crisis de la vivienda, el deterioro de los sistemas sociales de salud y educación y el desorbitado costo de la vida al momento de depositar su voto en las urnas. A ello se añade una preocupación generalizada sobre la emergencia climática, dada la vulnerabilidad de la isla a tormentas e inundaciones.
Propuestas en los manifiestos de los principales partidos
El partido Conservador sostiene como líder al actual primer ministro, Rishi Sunak. Proponen reducir la carga de impuestos, la contribución individual al seguro nacional y, para los trabajadores autónomos, no aumentar el impuesto sobre la renta ni el IVA. También planean aumentar la cantidad mínima que recibe un jubilado, elevar el gasto de defensa al 2.5% del PIB e introducir el servicio militar obligatorio para los jóvenes de 18 años. En cuanto a inmigración, sugieren enviar a los solicitantes de asilo a Ruanda, en África, para disuadir los cruces ilegales del Canal de la Mancha e introducir un límite anual en el número de visas a inmigrantes. Respecto al sistema nacional de salud, proponen aumentar su presupuesto y contratar más médicos y enfermeras.
El partido Laborista presenta a su líder, Keir Starmer. Pretenden proporcionar estabilidad económica con reglas claras sobre impuestos y gastos que aseguren no aumentar los impuestos existentes sobre ingresos, el seguro nacional y el IVA. Asimismo, esperan reducir los tiempos de espera para recibir atención del sistema nacional de salud, que ofrece un servicio gratuito a todos los ciudadanos. Además, aspiran a crear un Comando de Seguridad Fronteriza con poderes antiterroristas para detener a las bandas traficantes de personas. Establecerán Energía Gran Bretaña, una empresa pública de inversión en energía limpia, para crear empleos, reducir las facturas energéticas de la población y ayudar a otros países a hacer lo mismo. Abordarán el comportamiento antisocial con más policías vecinales y agentes de apoyo comunitario. También contratarán a más profesores e introducirán clubes de desayuno gratuitos en todas las escuelas primarias.
Otros líderes, como Ed Davey (Liberal Demócrata) y Carla Denyer (Verde), se enfocan en el mejoramiento de la salud, la economía y el medio ambiente, reduciendo el aumento de la cantidad de gases de efecto invernadero. Los Verdes también proponen proporcionar nuevas viviendas sociales, reducir la factura de la energía y convertir en propiedad pública los ferrocarriles, las empresas de agua y las cinco grandes empresas de energía. El líder de Reforma UK, Nigel Farage, un populista de ultra derecha, planea congelar la inmigración, detener los cruces ilegales del Canal de la Mancha y devolver a los emigrantes a Francia. El Partido de los Trabajadores Británicos, liderado por George Galloway, definido como de ultra derecha socialista, se compromete a una economía planificada estatal, una ideología clasista y la redistribución del poder entre los trabajadores.